Según un informe del Real Automóvil Club de Cataluña, los nervios excesivos son uno de los principales escollos a la hora de superar el examen práctico del permiso de conducir.
Y es que muchos de los fallos cometidos por los aspirantes a conductores tienen su origen en precipitaciones, faltas de atención, azoramientos o bloqueos mentales, todos ellos provocados por una ansiedad excesiva.
Por lo tanto, resulta imprescindible controlar los nervios en el examen de conducir para aumentar las posibilidades de superar la prueba con éxito.
Esto es muy sencillo de decir, pero en la práctica no es tan fácil de conseguir. Veamos qué puede hacerse para ir al examen del coche sin nervios.
Antes de presentarte, practica con el coche hasta que sientas que lo dominas con suficiencia
Un error muy común es el de presentarse sin disponer de la suficiente pericia al volante. Los conductores que van mal preparados al examen suelen ser muy conscientes de ello. Y eso provoca un aumento automático de la tensión y la ansiedad.
Conque, si algo en tu interior te dice que aún no controlas lo suficiente el vehículo, nuestro consejo es que des más clases antes de presentarte: cuanta más práctica tengas, menos nervios sentirás al volante.
Si te sientes excesivamente estresado y piensas que no vas a poder controlar los nervios en el examen de conducir, es una señal clara de que es muy posible que necesites más clases. Ten en cuenta que la tensión desaparece de forma natural cuando una tarea deja de ser novedosa para convertirse en rutinaria.
En un sentido matemático, puede decirse que la ansiedad al realizar una tarea que exige ciertas habilidades (como lo es la conducción de un vehículo a motor) es inversamente proporcional al tiempo que se lleva realizando esa tarea.
Procura ir descansado a la prueba práctica: no trasnoches ni te pases la noche estudiando para otros exámenes
Duerme lo suficiente la noche previa: trasnochar o ir de juerga el día anterior hará que el día del examen estés más cansado, con menos reflejos y, por supuesto, mucho más nervioso.
Igualmente, evita hacer coincidir la prueba práctica del carnet de conducir con épocas de exámenes. No es muy recomendable presentarse cuando te has pasado la noche anterior estudiando y menos recomendable es que, a la tensión generada por la prueba de conducción, sumes la que te provocan otros exámenes.
¿Son útiles las técnicas de relajación?
Aunque hay quien aconseja practicar técnicas de relajación, como el mindfullness, o recurrir a un psicólogo, sentimos discrepar.
Esto quizá pueda ser útil en personas que son muy nerviosas por naturaleza, que tienen trastornos de ansiedad o que, padeciendo amaxofobia (temor patológico a conducir), necesitan imperativamente obtener el carnet de conducir.
Para el resto de aspirantes a conductor, la mejor terapia de relajación es saber que son ellos los que dominan al vehículo y no al revés. Y esto solo se consigue dedicando las horas que sean necesarias a practicar con el volante.
Por lo tanto, practica con el coche de autoescuela hasta que sientas que conducir no te produce el más mínimo atisbo de ansiedad.
¿Qué hacer el día del examen práctico de conducción para tener menos nervios?
Planifica la mañana o la tarde como si fuera un día de descanso. Es decir, no dejes para ese día la realización de otras tareas importantes o urgentes. De esa forma, evitaras tensionarte por cuestiones ajenas al examen.
Si el examen es matutino, procura desayunar bien. Y si es por la tarde, haz una comida en la que predominen los carbohidratos, pero no comas en exceso.
El tema de la alimentación es importante porque los bajos niveles de glucosa y el hambre son factores que inciden directamente en la ansiedad: evitando ambas cosas será más fácil ir al examen del coche sin nervios.
Finalmente, no se te ocurra tomar ningún ansiolítico para intentar controlar los nervios en el examen de conducir, ya que disminuirán tus reflejos y tu capacidad de atención. Por el contrario, una infusión de tila sí que puede ayudar.